El control de riesgos lo establece el propio usuario en base a unos parámetros preestablecidos. Por un lado están los clientes, a ellos les asignamos, en su propia ficha, la posibilidad de control y el límite del riesgo financiero. Es necesario hacer hincapié en que el riesgo que Duir procesa en el control es únicamente el Riesgo propio; el otro dato, el Riesgo asegurado, sólo se usa para los informes de la aseguradora.
El campo que determina, si haremos o no control de riesgo para el cliente en cuestión, se identifica como “Control de riesgos”; el siguiente campo, el que define el importe máximo del riesgo propio, se denomina “Límite de crédito”.

Nuestro control de riesgos es un sistema de semáforo que figura en la parte superior derecha de las pantallas del módulo de ventas. Este semáforo no se encenderá si el cliente no está activado para realizar control de riesgos.
Por lo demás, en este semáforo disponemos de un color verde que identifica a los clientes que tienen una buena utilización del riesgo; amarillo que se asigna a los clientes cuyo riesgo supera el 80% del asignado como límite en su ficha; y un color rojo para aquellos clientes que excedan del límite.

Conforman el riesgo de un cliente los pedidos de ventas abiertos, tramitados o no; los albaranes que aún no se han facturado; las facturas que aún no se hayan cobrado (atención, distinguimos el término “cobrar” del término “remesar”; sólo se da por cobrada una factura cuando han pasado los días correspondientes al riesgo bancario tras su propio vencimiento, por el hecho de remesarla, Duir no la entenderá como cobrada). Y se deducirán del riesgo acumulado, los abonos no liquidados y los anticipos cobrados (de nuevo el mismo comentario, sólo se entenderá como anticipo cobrado aquel que el banco ya ha hecho efectivo).

Ni que decir tiene que no existe control de riesgo alguno para los centros de trabajo alternativos.

Volviendo al tema principal, en nuestro semáforo de control de riesgos también figura el icono de un candado. Independientemente del valor del semáforo, si el candado está abierto, quiere decir que el usuario tiene permiso para saltarse el control de riesgos y éste se convierte simplemente en una advertencia. Por el contrario, si el candado está cerrado, quiere decir que el usuario activo tiene marcada en su ficha de usuario un control de riesgos estricto y que no puede saltarse el “semáforo en rojo”, la repercusión en los pedidos de ventas en este último caso será que conseguiremos grabar el pedido pero éste no quedará tramitado definitivamente y no podrá servirse. Sólo la intervención de un supervisor comercial, regrabando el pedido, podrá tramitar el pedido y con ello liberar su envío, aunque el límite de riesgo esté superado.

En todo momento se mantendrá la información sobre el usuario propietario del pedido y del usuario que lo ha tramitado.